Los años de pandemias y los continuos cambios económicos han hecho de la logística uno de los sectores más conscientes del futuro. La tecnología sigue siendo crucial, pero el mayor reto para los directores de logística en 2025 es comprender lo que realmente quieren sus equipos.
Casi el 40% de los trabajadores de logística buscan activamente nuevas oportunidades. Quieren mejores trayectorias profesionales, culturas empresariales más sólidas y trayectorias de crecimiento más claras.
Esta movilidad del talento está reconfigurando todo un sector.
Lo que quieren los trabajadores (y no se trata sólo de tecnología)
Los datos revelan un cambio fundamental en las prioridades. Cuando los profesionales de la logística eligen dónde trabajar, el 62% da prioridad a la estabilidad laboral por encima de todo lo demás. Quieren empresas que puedan capear las tormentas económicas, adaptarse a la automatización y ofrecer trayectorias profesionales claras.
La estabilidad por sí sola no asegura el talento. Los trabajadores de hoy en día también examinan la reputación de la empresa, la transparencia del liderazgo y las auténticas oportunidades de crecimiento. Muéstreles dónde estarán dentro de dos años o encontrarán a alguien que lo haga.
Quizás lo más revelador: El 39% de los trabajadores de logística están considerando activamente un cambio de carrera en este momento. Son personas dispuestas a marcharse si encuentran algo mejor.
Operaciones definidas por la tecnología, éxito definido por las personas
Si nos fijamos en las competencias básicas que necesitan los directivos, está claro que las tecnologías de apoyo a la automatización de procesos siguen siendo fundamentales. Los profesionales actuales de la cadena de suministro necesitan formación avanzada en herramientas de gestión de almacenes, sistemas de seguimiento por GPS y modernos sistemas de supervisión con inteligencia artificial incorporada y capacidades predictivas.
La tecnología para las operaciones y la anticipación de los cuellos de botella se ha vuelto esencial.
Las habilidades tecnológicas son ahora fundamentales. Lo que marca la diferencia es cómo guiar a las personas a través del cambio tecnológico al tiempo que se satisfacen sus expectativas.
Invertir en las personas, no sólo en los procesos
Más allá de las alianzas tecnológicas, las funciones logísticas requieren cada vez más visionarios y personas con visión de futuro.
Gran parte de la cadena de suministro actual implica la planificación de contingencias y la mitigación de crisis. Este elemento de planificación también influye en importantes aspectos del comportamiento, tanto desde el punto de vista de los empleados como de los clientes. Se necesitan empleados con una gran inteligencia emocional y social para gestionar el cambio durante la transformación digital. En el lado del consumidor, se necesitan talentos orientados al cliente que puedan explicar las incertidumbres logísticas actuales: si las huelgas afectarán a los plazos de entrega o si los conflictos afectarán a las rutas de transporte.
El mayor énfasis que se pone hoy en día en las competencias interpersonales requiere enfoques diferentes de la enseñanza y la formación a todos los niveles. Las competencias tecnológicas suelen abordarse a través de las instituciones educativas tradicionales. Sin embargo, la formación en competencias interpersonales puede ser más difícil y requiere invertir en programas a medida que enseñen liderazgo, diseño del servicio al cliente y previsión de la demanda.
Andrea Colzani, director global de Distribución por Categorías de IKEA Supply, confirma que "la gente se centra en las habilidades técnicas en logística, pero las habilidades blandas son igual de críticas. Necesitamos talentos con capacidad de liderazgo, como negociar y escuchar, además de inteligencia emocional". Con equipos híbridos y funciones que dependen de la tecnología, estamos mejor conectados, pero no siempre conectados de verdad. Construir la cultura de empresa se hace más difícil, así que invertimos tiempo en ayudar a los trabajadores a comunicarse mejor".
Esta es la parte crucial: estos profesionales cualificados son móviles. Conocen su valía y no tienen miedo de cambiar de empresa en busca de mejores oportunidades. Los trabajadores que ven vías de desarrollo claras son mucho menos propensos a unirse a ese 39% que busca activamente nuevas oportunidades.
El nuevo modelo de liderazgo logístico
En 2025, la preparación significa comprender a su plantilla tan profundamente como comprende su tecnología.
Las máquinas están sustituyendo al trabajo manual, y los equipos se transforman en pensadores críticos que resuelven problemas que las máquinas no pueden reconocer. Se convierten en comunicadores influyentes que tienden puentes entre la tecnología y la humanidad. Se convierten en diplomáticos profesionales del servicio al cliente que transforman a los clientes frustrados en fieles defensores.
Estos profesionales cualificados tienen opciones. Quieren estabilidad en un mundo incierto. Buscan un crecimiento que les suponga un reto. Exigen una flexibilidad que respete sus vidas. Necesitan un reconocimiento que valide su valía.
Los líderes logísticos que prosperarán en 2025 entienden esto. Gestionan cadenas de suministro y desarrollan el potencial humano. Leen los datos y leen a las personas. Crean entornos tan atractivos que los mejores talentos trabajan en ellos y eligen construir allí su futuro.
El futuro de la logística pasa por dominar tanto la tecnología como la humanidad.
Y ese futuro empieza con el líder en el que decidas convertirte hoy.